La ingesta máxima diaria de azúcar sugerida por autoridades sanitarias, como la Asociación Americana del Corazón, es de 36 gramos para hombres y 24 gramos para mujeres, aunque la OMS sugiere un máximo del 5% de la ingesta calórica diaria, equivalentes a unos 25 gramos en una dieta de 2.000 calorías. Sin embargo, se recomienda evitarlo por completo, ya que el problema reside en los azúcares ocultos en alimentos procesados que consumimos sin notarlo. Un análisis de un menú típico puede revelar más de 86 gramos de azúcar, sobrepasando los límites recomendados. La lectura detallada de etiquetas nutricionales es crucial para identificar estos azúcares ocultos, ya que los ingredientes se enumeran en orden descendente por peso, y términos como «sin azúcares añadidos» pueden resultar engañosos. La conclusión es clara: para una mejor salud, minimizar el consumo de azúcar es esencial.
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