En la capital pacense, las temperaturas han alcanzado los 43 grados, intensificando la actividad de los bomberos, quienes ahora reciben formación específica para manejar síncopes debidos al calor. La situación se agrava con la búsqueda de un pirómano responsable de nueve incendios recientes, lo que ha puesto en alerta a las autoridades. En respuesta a la ola de calor, las piscinas han incrementado su aforo un 20%, convirtiéndose en uno de los pocos refugios para los ciudadanos que buscan alivio ante las extremas condiciones climáticas.
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