Las labores de extinción de incendios en Castilla y León continúan enfrentando desafíos debido a las condiciones meteorológicas adversas. Nueve incendios permanecen activos, siendo seis de ellos de nivel máximo de peligrosidad, principalmente en la provincia de León y Zamora. La situación se complicó en Fasgar, donde el fuego se descontroló por fuertes vientos, superando la capacidad de respuesta de los equipos de extinción. Sin embargo, otros focos muestran una evolución positiva gracias a la bajada de temperaturas y condiciones de viento más favorables, permitiendo el realojo de varias localidades en Zamora. Hasta el momento, 44 personas han sido evacuadas en la región, pero se espera que el descenso de las temperaturas y el aumento de la humedad nocturna ayuden a controlar la situación, siempre que el viento no incremente su intensidad.
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