Este verano, los neobancos Revolut y N26 han realizado cambios sustanciales en sus condiciones, redefiniendo las ventajas que tradicionalmente ofrecían a sus usuarios. Estas modificaciones reflejan un ajuste en las políticas de gratuidad que habían caracterizado a estas plataformas digitales, afectando particularmente a las retiradas de efectivo y los pagos internacionales.
Revolut ha decidido mantener la gratuidad de su cuenta estándar, pero con nuevas limitaciones. Ahora, las retiradas de dinero en efectivo sin comisiones están restringidas a un máximo de 200 euros al mes. Superado este umbral, los usuarios enfrentarán un cargo del 2% sobre la cantidad excedente. Asimismo, los pagos en distintas divisas seguirán siendo gratuitos hasta los 1,000 euros mensuales de lunes a viernes; más allá de esa cifra, o si se realizan transacciones durante el fin de semana, se aplicará una comisión.
Adicionalmente, los planes de pago de Revolut no han quedado exentos de modificaciones. Estos ajustes han reducido beneficios como la cantidad de seguros ofrecidos y la gratuidad en la retirada de efectivo. El envío sin coste de la tarjeta física también se ha visto restringido en algunos planes, obligando a los usuarios a considerar de manera más detallada cómo y cuándo usar los servicios del neobanco.
En una dirección similar, N26 ha limitado las retiradas de efectivo gratuitas en la eurozona a solo tres al mes para los usuarios de su plan estándar. Las operaciones en otras monedas ahora tienen una comisión del 1,7%. Además, funciones que antes eran parte del paquete básico, como el uso de la tarjeta para fianzas, se han trasladado a los planes de pago, reduciendo así la flexibilidad para quienes optan por la opción gratuita e incentivando la suscripción a servicios de pago más completos.
Con estos cambios, los clientes de Revolut y N26 se enfrentan a la necesidad de reconsiderar sus opciones actuales. Lo que antes se operaba de manera automática ahora demanda una revisión minuciosa y una adaptación a la nueva realidad que imponen estos neobancos. La era del «todo incluido» sin coste adicional parece llegar a su fin, y estas plataformas invitan a sus usuarios a evaluar cuidadosamente la utilidad y el coste de cada función antes de tomar decisiones sobre sus finanzas digitales.