Según fuentes del sector inmobiliario y financiero, las entidades bancarias muestran poco entusiasmo hacia una nueva medida que limita significativamente el perfil de los posibles candidatos a ciertos profesionales como ingenieros, arquitectos y funcionarios. Estos requisitos más estrictos están reduciendo considerablemente el número de potenciales beneficiarios, lo que ha generado preocupación entre los expertos por el impacto que podría tener en el mercado.
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