La entidad financiera liderada por Carlos Torres ha admitido que podría enfrentar dificultades para obtener el respaldo necesario de los accionistas en su intento de llevar a cabo una fusión. Esta situación deja en el aire los planes de integración que la compañía consideraba estratégicos para su crecimiento y posicionamiento en el mercado. La incertidumbre sobre el apoyo suficiente de los inversores marca un reto significativo en el avance de sus propuestas corporativas.
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