La defensa sostiene que la presunta apropiación indebida del software de la Universidad Complutense no está suficientemente relacionada con el caso principal y debe ser evaluada de manera independiente por un tribunal ordinario. Argumentan que el asunto no tiene la conexión necesaria con los cargos actuales, sugiriendo que su procesamiento separado es más adecuado para un juicio justo y específico sobre estas acusaciones.
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