La reciente comparecencia de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, ante la comisión de la Asamblea de Madrid ha generado un clima de controversia política. Esta comisión, presidida por el Partido Popular (PP), investiga las supuestas irregularidades en la relación de Gómez con la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Durante su intervención, Gómez optó por no responder a las preguntas formuladas, denunciando que el proceso tiene un trasfondo político y es instigado por organizaciones y partidos de extrema derecha.
El rector de la UCM, Joaquín Goyache, intervino previamente para desmentir contundentemente las acusaciones. Goyache aseguró que la cátedra extraordinaria dirigida por Gómez fue creada de manera «totalmente legal y transparente», financiada por empresas como Reale Seguros y Fundación La Caixa, y que no implicaba funciones académicas formales. Según el rector, Gómez actuaba como gestora sin requerir títulos superiores, y rechazó categóricamente cualquier insinuación de trato preferencial hacia ella debido a su conexión matrimonial con el presidente.
El enfrentamiento se intensificó durante la sesión, con representantes del PP y Vox lanzando preguntas y haciendo insinuaciones sobre el papel de Gómez. Mercedes Zarzalejo del PP acusó a Gómez de “abusar de su condición de esposa del presidente”, mientras Ana Cuartero de Vox apuntó directamente a Pedro Sánchez como «autor intelectual de la trama», describiendo a Gómez como su «testaferro».
En contraste, diputados de los partidos PSOE y Más Madrid criticaron duramente la comisión, argumentando que su finalidad es política: “linchar al presidente atacando a su esposa”. También pusieron en duda la legitimidad del proceso, subrayando que el PP ha bloqueado en numerosas ocasiones investigaciones sobre temas de mayor relevancia, como la gestión de las residencias durante la pandemia.
Este evento subraya cómo el ambiente político actual está profundamente polarizado, con la comisión convertida en un nuevo campo de batalla entre el Gobierno y la oposición. Las tensiones se mantienen al alza mientras la controversia sobre el papel de Gómez y su relación con la UCM sigue su curso.