El ministro de Defensa de Bélgica, Theo Francken, ha sugerido que los recientes vuelos de drones sobre bases militares y aeropuertos belgas podrían estar vinculados a intentos de espionaje por parte de Rusia. A pesar de la falta de pruebas concretas sobre el origen de los drones, se plantea la posible intervención rusa, alineada con incidentes similares en el espacio aéreo de Europa del Este. Francken destacó la ineficacia de las medidas actuales para bloquear drones y la necesidad urgente de implementar un plan nacional antidrones, además de colaborar con iniciativas europeas como la creación de un «muro antidrones». Los drones sobrevolaron bases cruciales, como las de Kleine-Brogel y Deurne, perdiendo señal al dirigirse hacia los Países Bajos. El ministro expresó escepticismo sobre la implicación de aficionados, subrayando la seriedad del incidente y la necesidad de mayor prudencia ante la falta de evidencia formal.
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