El escándalo político en Galicia se intensifica tras las declaraciones de José Ramón Gómez Besteiro, líder de los socialistas gallegos, quien admitió conocer las acusaciones de acoso sexual contra su colega José Tomé desde octubre. Pese a haber solicitado explicaciones a Tomé, quien niega las acusaciones, y de haber animado a la víctima a denunciar, la gestión de Besteiro ha sido cuestionada, especialmente tras la dimisión de su secretaria de Igualdad, Silvia Fraga. La negativa de Tomé a entregar sus cargos complica la situación política, ya que su partida afectaría el balance de poder entre el PSOE-BNG y el PP en la Diputación de Lugo. Por su parte, el PP critica la respuesta socialista y se enfrenta a acusaciones de doble moral por su propia gestión de un caso similar. Estos eventos amenazan el futuro electoral del PSdeG y encienden un debate sobre la ética política en la región.
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