En una audiencia de control de detención realizada por videoconferencia, Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, declaró haber quemado su tobillera electrónica bajo la influencia de medicamentos que le causaron paranoia y alucinaciones. Bolsonaro, quien estaba bajo arresto domiciliario en Brasilia, fue detenido preventivamente por riesgo de fuga y amenaza al orden público. Condenado a 27 años de cárcel por liderar una trama golpista, el líder ultraderechista argumentó que creía que la tobillera contenía un sistema de escucha. Durante la audiencia, conducida por un asistente del magistrado de la Corte Suprema, no se encontraron abusos en su detención. Tras recibir la visita de su esposa, Michelle Bolsonaro, el exmandatario fue visto momentáneamente desde el interior de la sede de la Policía Federal.
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