En la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, el bloque expresó su respaldo a Irán tras condenar los ataques militares que ha sufrido, aunque evitó nombrar a Israel y Estados Unidos como responsables. Mientras se criticaron abiertamente las agresiones en Gaza, la guerra en Ucrania fue mencionada solo en términos de mediación. La declaración conjunta resaltó las tensiones con temas como la escalada de seguridad en Oriente Próximo y reafirmó su compromiso con el multilateralismo. El presidente brasileño, Lula da Silva, destacó la necesidad de reformar el Consejo de Seguridad de la ONU para aumentar su representatividad, criticando las prioridades occidentales y la carrera armamentista impulsada por la OTAN. La cumbre estuvo marcada por la ausencia del presidente chino, Xi Jinping, y subrayó las dificultades para alcanzar consensos entre los cada vez más diversos miembros del bloque.
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