Una investigación en Uruguay ha desvelado que el fondo ganadero más grande del país operaba como un esquema Ponzi, afectando a casi 6.000 inversores con pérdidas que ascienden a 350 millones de dólares. Entre las empresas implicadas se encuentra Conexión Ganadera, que prometía retornos de al menos 7% mensual al invertir en ganado. Sin embargo, solo existían entre 70.000 y 80.000 cabezas de las más de 800.000 reportadas. Esta estafa ha provocado una crisis en el sector ganadero uruguayo, con repercusiones también en Argentina y Brasil, donde se promovieron inversiones similares.
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