La microinestabilidad de la cadera, una condición poco conocida pero significativa, ha captado la atención en el ámbito de la salud gracias al doctor Nicolás Fiz, especialista en Traumatología del Hospital Quirónsalud Vitoria. Esta afección, caracterizada por una hipermovilidad que no siempre provoca dolor inmediato, puede causar un desgaste progresivo del cartílago, culminando en artrosis si no se trata adecuadamente.
Tradicionalmente, la cadera es considerada una articulación muy estable, que solo se luxa ante traumatismos severos. Sin embargo, algunas personas experimentan un exceso de movilidad en esta área, ya sea por una laxitud congénita de los ligamentos o debido a cirugías previas que comprometen su estabilidad. El Dr. Fiz advierte que esta hiperlaxitud no solo afecta a deportistas de alto rendimiento, sino también a individuos con una vida activa normal. El resultado es un desgaste silencioso del cartílago articular, que potencialmente desencadena artrosis prematura.
Para combatir este problema, el Dr. Fiz recurre a una técnica quirúrgica innovadora llamada refuerzo ligamentoso, cuyo objetivo es fortalecer el ligamento iliofemoral, el estabilizador primordial de la cadera. Realizada mediante artroscopia, esta intervención mínimamente invasiva busca normalizar la movilidad articular, eliminando la hipermovilidad peligrosa para la articulación. Lo prometedor de esta técnica es que la mayoría de los pacientes pueden retomar sus actividades cotidianas entre tres y cuatro meses después de la operación.
Originalmente desarrollada para reparar ligamentos dañados post-cirugía, esta técnica ha demostrado eficacia en personas con ligamentos intrínsecamente elásticos, asegurando la estabilidad de la cadera y previniendo daños futuros. El Dr. Fiz subraya la importancia de identificar los síntomas iniciales, como dolor en la ingle durante ciertas actividades, pinchazos o molestias post-ejercicio. La detección temprana de estas señales es crucial para valorar la necesidad de intervenciones quirúrgicas que protejan la salud articular y eviten complicaciones severas como la artrosis o, peor aún, la instalación de prótesis.
Aunque la microinestabilidad de la cadera no goza de amplia difusión, su diagnóstico temprano y manejo con técnicas mínimamente invasivas pueden aliviar los síntomas y proteger el cartílago. Esto permitirá a los pacientes disfrutar de un estilo de vida activo y libre de dolor, subrayando la relevancia de un enfoque médico proactivo en el manejo de esta condición.








