La mañana del lunes 20 de octubre comenzó con un gran revuelo digital. Amazon Web Services (AWS) experimentó una caída significativa, afectando a servicios como Amazon, Alexa, Snapchat, Fortnite, Epic Games Store, ChatGPT, Prime Video y más. El panel de estado de AWS informó sobre «aumento de tasas de error y latencias» en la región US-EAST-1 (N. Virginia), una de las más concurridas del proveedor. Aunque se identificó el problema a las 03:11 ET, su solución completa sigue en proceso.
El impacto ha sido global, con variaciones según la región y el servicio afectado. Desde las 08:40 (hora peninsular), comenzaron a surgir reportes en Europa, señalando que servicios como Alexa no respondían y otras aplicaciones populares presentaban errores intermitentes. Muchos servicios con infraestructura en la nube de AWS US-EAST-1 han resintido también caídas en otras zonas, manifestando problemas de inicio de sesión y picos de latencia.
La región US-EAST-1 ya había protagonizado incidentes similares en 2020, 2021 y 2023, destacando la necesidad de reconsiderar arquitecturas que concentran procesos en un solo punto de fallo. En España y Europa, el efecto ha sido desigual, alterando el funcionamiento de varios servicios al cambiar por minutos conforme AWS trabaja para mitigar el problema.
Perplexity, por ejemplo, reconoció públicamente la situación, indicando que la caída de AWS causó la interrupción de sus servicios. Alexa, con una dependencia marcada de la nube, ha dejado inoperativos comandos diarios como encender luces o consultar el clima.
Este incidente subraya la dependencia de muchos servicios de un solo proveedor. Las opciones para reducir impactos futuros pasan por adoptar estructuras como multi-región y multi-cloud, ya que la concentración en un solo punto puede tener repercusiones amplias.
Durante el incierto periodo de restauración, se aconseja a los usuarios revisar las páginas de estado de servicio, evitar cambios urgentes y repetir sus acciones más tarde. Las empresas, por su parte, deben priorizar una comunicación clara con sus clientes y explorar opciones para distribuir cargas en regiones no afectadas.
Hasta el momento, AWS no ha confirmado la causa raíz del problema ni un tiempo estimado de resolución. La situación se mantiene en desarrollo, a la espera de informes actualizados por parte de Amazon y de las empresas afectadas.