El mercado tecnológico chino está experimentando una auténtica revolución bursátil gracias a Cambricon Technologies, conocida localmente como Hanwuji. Este diseñador fabless de chips de inteligencia artificial ha visto cómo sus acciones se disparaban más de un 130 % en apenas dos semanas, convirtiéndose en el centro de atención de la bolsa china en 2025.
Sin embargo, este ascenso meteórico esconde algunos riesgos. La dependencia excesiva de un solo cliente y la competencia feroz con gigantes tecnológicos como Huawei y Alibaba representan desafíos considerables para la compañía.
Hasta hace poco, Cambricon era conocida en China como el “rey de las pérdidas”, acumulando cerca de 5.000 millones de yuanes en rojo hasta finales de 2024. La inclusión en la Entity List del Departamento de Comercio de EE. UU. en 2022 obligó a la firma a replantearse, limitando su acceso a mercados esenciales. No obstante, en abril de 2025, las restricciones estadounidense sobre exportaciones de chips de IA beneficiaron inesperadamente a Cambricon, que se posicionó como alternativa nacional tras las limitaciones impuestas a NVIDIA y AMD.
El renacer de la empresa se centra en su nuevo chip, el Siyuan 590, que compite con el NVIDIA A100, alcanzando el 90 % de su rendimiento. Aunque sus cifras de distribución aún son modestas, con 145.000 unidades previstas en 2025, las proyecciones de Goldman Sachs sitúan el volumen de envíos por encima de los 2,3 millones de unidades para 2030 si continúa su ritmo de adopción.
Desde el punto de vista financiero, Cambricon ha registrado un incremento explosivo en sus ingresos del primer semestre de 2025, alcanzando los 402 millones de dólares, un crecimiento interanual del 4.348 %. Esta subida ha hecho que su capitalización bursátil supere los 90.000 millones de dólares, situándose al 68 % del valor de mercado de SK Hynix a pesar de que sus ventas son apenas el 1,4 % de las del gigante surcoreano. La desconexión entre ingresos y valoración ha sembrado dudas en algunos analistas sobre una posible burbuja. A pesar de ello, Goldman Sachs ha elevado su precio objetivo para la acción de Cambricon a 2.104 RMB.
No obstante, los desafíos son significativos. La empresa depende de ByteDance para casi el 80 % de sus ingresos, lo que la hace vulnerable a cualquier cambio contractual. Además, debe enfrentar la competencia local de Huawei y Alibaba, quienes desarrollan sus propias soluciones de IA. Por último, la rápida revalorización de sus acciones suscita preguntas sobre su capacidad real para mantener beneficios sostenibles.
El ascenso de Cambricon no puede desvincularse del contexto geopolítico. En un momento en que China busca reducir su dependencia tecnológica de EE. UU., la empresa se ha convertido en una pieza clave. Su éxito futuro dependerá de su capacidad para diversificar clientes y consolidar su tecnología frente a sus rivales.
