En un acto lleno de significado, la Bolsa de Barcelona se convirtió en el epicentro de la educación financiera con un simbólico Toque de Campana, en el marco del Día de la Educación Financiera. Este evento, organizado por BME, se alineó con la iniciativa global «Ring the Bell for Financial Literacy», respaldada por la Federación Mundial de Bolsas y la IOSCO, como parte de la World Investor Week, que une a 50 bolsas en todo el mundo.
A la ceremonia asistieron importantes figuras, entre ellas Alícia Romero, consejera de Economía y Finanzas de la Generalitat de Catalunya, y Juan Flames, consejero delegado de BME. En su intervención, Romero subrayó la imperiosa necesidad de dotar a la ciudadanía de herramientas de educación financiera, señalando los riesgos que la falta de formación implica para las familias, quienes podrían encontrarse en difíciles situaciones económicas.
Romero enfatizó la importancia de cultivar una cultura del esfuerzo, en contraposición a la errónea concepción de «dinero fácil» que a menudo se propaga en las redes sociales. “Hay que dar herramientas para poder invertir”, afirmó con determinación, haciendo eco de un llamado a la acción para fomentar una educación sólida en el ámbito financiero.
Por su parte, Juan Flames destacó que impulsar la cultura financiera es crucial para recuperar la confianza de los inversores minoristas en la Bolsa. Hizo hincapié en el compromiso de BME con los reguladores y el sector financiero para desarrollar la cuenta paneuropea, un novedoso instrumento de ahorro e inversión diseñado para ofrecer incentivos fiscales y simplificar las inversiones entre países de la Unión Europea.
El evento no se limitó al Toque de Campana. BME organizó una serie de webinars en colaboración con la iniciativa “Finanzas para Todos”, impulsada por el CNMV, el Banco de España y el Ministerio de Economía, Industria y Empresa. Bajo el lema “Infórmate. Planifica. Decide”, esta edición, la undécima, refuerza el compromiso con la educación financiera y señala su creciente relevancia, destacando que es la segunda vez que se celebra en Barcelona.
La jornada evidenció un claro mensaje: la educación financiera es esencial para enfrentar los desafíos económicos del presente y del futuro, y sigue siendo un pilar fundamental para la estabilidad y el bienestar de las familias.