El gobierno de Canadá, liderado por el primer ministro Mark Carney, anunció su intención de reconocer oficialmente al Estado de Palestina en septiembre, uniéndose a Francia y Reino Unido dentro del G7 en este reconocimiento. Esta decisión responde al sufrimiento humanitario en Gaza y la violencia en Cisjordania, justificando la medida como un impulso hacia una solución de dos Estados. Carney enfatizó el compromiso con una gobernanza democrática en Palestina, incluyendo reformas propuestas por Mahmud Abbas. Este anuncio coincide con una conferencia ministerial de la ONU centrada en el desarme de Hamás y la entrega de ayuda humanitaria. Canadá reiteró su defensa de una solución negociada, aunque criticó el impacto negativo del conflicto iniciado por Hamás en 2023. La conferencia, desestimada por EE. UU., busca un reconocimiento global de Palestina, apoyada también por Australia y Nueva Zelanda.
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