Financiado por la Unión Europea, un ambicioso estudio se está llevando a cabo en el Archipiélago español con el objetivo de fortalecer su cohesión digital y mejorar la resiliencia de sus comunicaciones. La empresa pública Canalink, dependiente del Cabildo de Tenerife a través del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER), ha iniciado recientemente los trabajos de sondeo para el despliegue de un cable submarino que unirá Tenerife y El Hierro. Este proyecto, conocido como 22-ES-DIG-CANALINK-HIERRO, está enmarcado dentro del programa Connecting Europe Facility (CEF) de la Unión Europea.
El propósito primordial de esta iniciativa es mejorar la conectividad digital entre las islas mediante una infraestructura que no solo garantizará mayores velocidades y estabilidad en las comunicaciones, sino que también actuará como un refuerzo estratégico ante posibles fallos o emergencias en el actual sistema de telecomunicaciones.
El estudio de campo, adjudicado a la empresa GeoTeam a través de la contratista principal Elettra, se lleva a cabo a bordo del buque especializado Explora. Estas tareas, que se estima durarán aproximadamente ocho días, están sujetas a las condiciones meteorológicas y se centran en analizar el fondo marino entre Caletillas, en Tenerife, y Tamaduste, en El Hierro, los puntos previstos para el amarre del cable.
La exploración emplea diversas técnicas para asegurar un análisis detallado del área, incluyendo batimetría multihaz, perfilado geofísico, muestreo de sedimentos, y fotografía y video submarinos en aguas someras, así como estudios topográficos en la costa. En consonancia con su compromiso ambiental, el operativo incluye observadores de mamíferos marinos para minimizar cualquier impacto ecológico.
Además, dentro del mismo proyecto europeo se estudia la posibilidad de realizar un ramal adicional hacia la isla de La Palma, con amarre previsto en Santa Cruz de La Palma. Este tramo, todavía en fase de estudio, ofrecería mayor redundancia y seguridad a las telecomunicaciones de la isla, que ya cuenta con una conexión submarina. De aprobarse, el estudio para este ramal añadiría tres días al cronograma de las labores de exploración.
Para el consejero de Investigación, Desarrollo e Innovación del Cabildo de Tenerife, Juan José Martínez, este proyecto es un paso decisivo hacia un futuro digital más resiliente y competitivo para el Archipiélago. Por su parte, Rubén Molowny, consejero delegado de Canalink, destacó la importancia estratégica del estudio como un paso esencial para asegurar la viabilidad del proyecto y minimizar riesgos durante la instalación.
De momento, las autoridades han autorizado únicamente la fase de sondeos, que, si arroja resultados favorables, permitiría que el despliegue del cable pudiera comenzar en el segundo trimestre de 2026. Esta colonización tecnológica no solo representa una mejora técnica sino también un compromiso con la equidad territorial, asegurando que las islas más alejadas tengan acceso a las mismas oportunidades digitales que el resto del país. Un proyecto invisible a simple vista, pero crucial para el futuro de la conectividad en el Archipiélago.