París vivió una noche de extremos tras la victoria del PSG en la final de la Champions League, en medio de celebraciones y disturbios. A pesar de un amplio despliegue de seguridad con 5,400 policías en la capital, los festejos resultaron en dos fallecimientos, más de 550 detenidos y numerosos disturbios. La violencia incluyó vehículos incendiados, intentos de saqueos y enfrentamientos con la policía. Un joven murió apuñalado en Dax y otro accidente fatal ocurrió en París. Las celebraciones se desbordaron en los Campos Elíseos y cerca del estadio del PSG. El ministro del Interior denunció la presencia de “bárbaros” y resaltó la problemática de una minoría violenta. Hoy se esperan más eventos y el presidente Macron recibirá al equipo en el Elíseo.
Leer noticia completa en El Pais.