Este martes, la apertura de los controvertidos puntos de ayuda de la Fundación Humanitaria de Gaza, contratada por Israel, generó caos en el enclave palestino tras 11 semanas de bloqueo. Miles de palestinos abarrotaron un centro de distribución en Rafah, donde agentes de seguridad dispararon munición real. La ONG suspendió la entrega por la multitud y los bloqueos de Hamás. El director de la fundación, Jake Wood, dimitió, criticando que el plan no puede cumplir principios humanitarios. La ONU y otras organizaciones denuncian la situación en Gaza, solicitando el fin de restricciones y alertando sobre la crisis humanitaria y desplazamientos forzosos.
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