Proyectos como La Capa están revitalizando un barrio vibrante culturalmente, donde los tradicionales comedores castizos comienzan a coexistir con propuestas gastronómicas más innovadoras. Esta transformación está redefiniendo la identidad del área, mezclando lo clásico con lo contemporáneo y atrayendo a un público diverso en busca de nuevas experiencias culinarias, mientras se mantiene el encanto del pasado.
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