Organizaciones de derechos humanos han levantado la voz en sus recientes informes para denunciar la presencia y el uso de celdas de castigo, argumentando que estas prácticas constituyen una violación grave de los derechos fundamentales de los prisioneros. Estas celdas, que suelen ser de dimensiones reducidas y carecen de las condiciones mínimas de habitabilidad, son utilizadas como medida punitiva en diferentes sistemas penitenciarios a nivel mundial. Las entidades defensoras de los derechos humanos instan a las autoridades competentes a eliminar estas prácticas inhumanas y a implementar normativas más acordes con el trato digno que merece cualquier individuo, independientemente de su situación legal o penal.
Leer noticia completa en El Mundo.


