Desde el 14 de febrero, la salud del Papa Francisco se ha convertido en una preocupación a nivel mundial. A sus 88 años, el pontífice fue internado en el Hospital Gemelli de Roma debido a una bronquitis que se complicó en una neumonía bilateral. Su estado actual ha sido catalogado como crítico, tras sufrir una severa crisis respiratoria y presentar trombocitopenia como resultado de una anemia, situación que ha requerido transfusiones de sangre.
La frágil salud del Papa ha desatado una oleada de rumores sobre una posible renuncia o fallecimiento, lo que activaría el proceso tradicional de elección de un nuevo pontífice mediante un Cónclave, un evento que señalaría un punto de inflexión en la historia de la Iglesia Católica.
En caso de que el Papa Francisco no pudiera continuar, el Vaticano seguiría el procedimiento para elegir a un sucesor. Se convocarían a 120 cardenales menores de 80 años a la Capilla Sixtina para emitir sus votos de manera secreta, necesitándose una mayoría de dos tercios para la elección. El anuncio del nuevo Papa al mundo se haría con la famosa declaración «Habemus Papam» desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
Entre los posibles candidatos destacan figuras como Luis Antonio Tagle de Filipinas, que cuenta con un fuerte respaldo en Asia y se alinea con el progresismo de Francisco; Pietro Parolin de Italia, experimentado en diplomacia eclesiástica; y Peter Turkson de Ghana, quien podría ser el primer Papa africano de la era moderna. Otros nombres en consideración incluyen a Matteo Zuppi de Italia, Willem Eijk de los Países Bajos, Peter Erdő de Hungría y Raymond Leo Burke de Estados Unidos.
Mientras tanto, el Vaticano ha mantenido cierto hermetismo respecto a la situación de salud del Papa. No se ha publicado una declaración oficial sobre la gravedad de su condición, aunque los informes médicos sugieren que su recuperación sigue siendo incierta. En medio de esta creciente incertidumbre, miles de fieles alrededor del mundo han iniciado jornadas de oración por su salud, mientras la Iglesia aguarda en vilo uno de los momentos más significativos de los últimos tiempos.
Las próximas horas serán cruciales para determinar si el Papa Francisco podrá superar esta crisis o si se avecina uno de los eventos más trascendentales en la historia reciente del catolicismo.
