En un partido cargado de simbolismo y con la mística de las noches europeas del Real Madrid en el Bernabéu, el equipo blanco sucumbió ante el Arsenal, poniendo en evidencia la fragilidad de su leyenda de remontadas. A pesar de sus esfuerzos, el Real Madrid apenas inquietó al portero rival, evidenciando una preocupante falta de claridad y contundencia en el juego, con tan solo tres remates a puerta en todo el encuentro. Carlo Ancelotti, el entrenador madrileño, asumió con calma la derrota y se mostró desafiante sobre su futuro en el club, a la vez que Thibaut Courtois y Lucas Vázquez reconocieron las deficiencias del equipo. La frustración en las gradas se hizo palpable, con parte de la afición abucheando a Kylian Mbappé, quien se retiró del campo con muestras de dolor físico. Mikel Arteta, técnico del Arsenal, ejecutó un planteamiento eficaz que desnudó las carencias del Madrid, firmando una victoria que reafirma al conjunto inglés como uno de los más sólidos defensivamente en Europa.
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