Cameron Norrie derrotó al número uno del mundo en un disputado encuentro con parciales de 4-6, 6-3 y 6-4, aprovechando la confusión del favorito ante la inusual lentitud de la nueva pista en París. El partido destacó por la capacidad de adaptación del británico, quien supo manejar mejor las peculiaridades del terreno, convirtiéndose en un adversario incómodo y asegurando una sorpresiva victoria que dejó perplejo a su oponente.
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