En un episodio reciente de «First Dates», Miguel, un comensal que se siente éticamente alineado con Kant, hizo su debut televisivo impulsado por el deseo de su tía Concha. Aunque no disfruta de salir de fiesta debido a su aversión al ruido y las multitudes, Miguel buscaba una conexión auténtica, pero la cita con Paula, una maestra de Salamanca, no resultó como esperaba. La timidez y la falta de atracción mutua dieron lugar a silencios incómodos durante la velada, situación que ni la camarera Lidia Santos ni las actividades propuestas lograron mejorar. A pesar de que Miguel estaba dispuesto a continuar conociendo a Paula por considerarla simpática y sincera, ella decidió no tener una segunda cita, argumentando falta de atracción física y momentos de incomodidad.
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