Las prisiones españolas registran una tasa de 16,8 muertes por cada 10.000 reclusos, una cifra que duplica la media nacional de 7,3 y supera también la media europea de 7,1. Estos datos ponen en evidencia una alarmante situación en el sistema penitenciario del país, destacando la necesidad de medidas urgentes para abordar esta problemática y mejorar las condiciones de los internos.
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