Las dos regiones con mayor carga de deuda en España se preparan para las próximas negociaciones sobre la reforma del modelo de financiación autonómica, enfrentándose a perspectivas divergentes. Mientras una busca alivio financiero y un trato más favorable para gestionar su deuda, la otra analiza cómo estas reformas podrían impactar su estabilidad económica. La situación refleja las crecientes tensiones regionales respecto a la distribución de recursos y el papel del gobierno central en su manejo.
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