La reciente designación de la cuarta mujer en asumir el relevante cargo en Francia destaca en el ámbito político con un desafío significativo: promover el fortalecimiento de las capacidades militares tanto de Francia como de Europa. Esta tarea se enmarca en un contexto donde las tensiones geopolíticas y las demandas de seguridad requieren una respuesta coordinada y decidida para garantizar la estabilidad y defensa del continente. Su liderazgo será crucial para navegar las complejidades del rearme, un aspecto cada vez más central en la agenda europea.
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