El contacto con la naturaleza ofrece actividades como paseos y pesca, pero también expone a insectos que pueden transmitir enfermedades. Para evitar las picaduras sin usar repelentes químicos, los cazadores recomiendan métodos silenciosos. Estos incluyen vestir ropa técnica que cubra la piel y prendas tratadas con permetrina, un insecticida que actúa como barrera contra parásitos y resiste varios lavados. Además, los repelentes textiles sin olor, como Diptron, son valorados por no interferir con la fauna ni dejar rastros. Estas prácticas, esenciales para cazadores, también benefician a senderistas y amantes de la naturaleza, ayudando a prevenir enfermedades como la fiebre botonosa y la enfermedad de Lyme.
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