La reciente decisión de la empresa de trasladar a numerosos trabajadores de los centros en Madrid y Córdoba a nuevas ubicaciones en Sevilla y Elche ha generado un fuerte malestar entre los representantes de los trabajadores. Desde CCOO, se considera que esta medida no constituye una simple reorganización, sino que más bien se perfila como un despido colectivo encubierto.
La reubicación de personal, argumentan, no solo afecta a la estabilidad laboral de los empleados, sino que también pone en riesgo sus condiciones de vida y trabajo. Este movimiento, según el sindicato, puede interpretarse como una estrategia para reducir costos a expensas de quienes han contribuido al funcionamiento de la empresa en sus respectivas localidades.
CCOO ha manifestado su preocupación por el impacto que esto tendrá en las familias de los trabajadores afectados, así como en la comunidad local, que podría ver un descenso en la actividad económica. La organización está llamando a la empresa a reconsiderar su posición y a abrir un diálogo abierto que garantice la seguridad y bienestar de todos los empleados.
El contexto actual de incertidumbre económica hace que este tipo de decisiones sean aún más difíciles de asimilar. En un clima laboral ya tenso, la medida de la empresa podría intensificar las tensiones, provocando movilizaciones o acciones legales por parte de los sindicatos en defensa de los derechos de los trabajadores.
Se espera que las próximas semanas sean cruciales para determinar el rumbo de esta situación, mientras los trabajadores y sus representantes buscan la mejor forma de defender sus derechos y garantizar un futuro laboral estable.
Fuente: CCOO Andalucía.
