La situación del servicio de emergencias frente a inundaciones en el país ha puesto de manifiesto una realidad preocupante. A pesar de que la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) hizo sonar la alarma con antelación sobre la inminente llegada de condiciones climáticas extremas, la respuesta del sistema destinado a atender estas eventualidades resultó ser alarmantemente insuficiente. El 15 de noviembre, día en que se activó el Plan de Emergencias por Inundaciones, solo se registraron dos personas en la sala, un hecho que ilustra la precariedad en la que se encuentra este servicio esencial.
Este escenario plantea serias interrogantes sobre la capacidad del sistema para gestionar crisis de esta magnitud. A pesar de que las inundaciones son un fenómeno recurrente y potencialmente devastador, la dependencia de operadores privados para la atención de emergencias revela una fragilidad estructural. Los recursos destinados a la gestión de crisis y la preparación ante desastres parecen ser insuficientes, y la falta de personal en momentos críticos subraya la necesidad de revisar y revitalizar los protocolos existentes.
La presencia escasa de personal especializado en situaciones de emergencia conlleva riesgos incalculables, tanto para la población afectada como para los propios operativos de rescate. Un servicio de emergencias que no puede desplegarse de manera efectiva ante un aviso previo pone en riesgo vidas y bienes. Es fundamental que las autoridades competentes reconsideren el papel del sector privado en la gestión de emergencias y evalúen alternativas que garanticen una respuesta más rápida y eficaz ante eventos climáticos extremos.
El desarrollo de un sistema de emergencias robusto, capaz de hacer frente a la adversidad, debe ser una prioridad. Las inversiones en formación, infraestructura y procedimientos de actuación son imprescindibles para asegurar que, en futuras crisis, la respuesta sea acorde a la magnitud de la amenaza. La reciente experiencia del 15 de noviembre debería servir como un llamado de atención sobre la urgencia de fortalecer el servicio de emergencias para proteger a la población ante la creciente inestabilidad climática que enfrentamos.
Fuente: CCOO Andalucía.








