La empresa postal ha decidido implementar el uso de patinetes eléctricos para el reparto de correspondencia y paquetes, un movimiento que ha generado una considerable controversia. A pesar de la oposición legal presentada por el sindicato, que argumenta que esta medida introduce un riesgo laboral grave e incluso potencialmente mortal, la dirección de la empresa ha optado por seguir adelante con la iniciativa.
En la localidad de Granada, específicamente en Albolote, Armilla, La Zubia, Las Gabias y Albuñol, ya se han distribuido un total de cinco patinetes eléctricos. Esta decisión ha generado inquietudes entre los trabajadores y los representantes sindicales, quienes consideran que la seguridad de los empleados debería ser la prioridad en cualquier plan de modernización o eficiencia.
Los sindicatos han señalado que el uso de estos vehículos eléctricos puede conllevar serios peligros en un entorno de trabajo que ya presenta riesgos inherentes. Factores como el tráfico, la falta de infraestructura adecuada para su circulación y la inexperiencia de algunos repartidores en el manejo de estos dispositivos han sido resaltados como elementos que aumentan la posibilidad de accidentes.
El debate se centra en la necesidad de equilibrar la innovación y la optimización de los procesos logísticos con la protección de la salud y seguridad de los trabajadores. Los críticos de esta implementación afirman que la empresa postal debería buscar alternativas que minimicen el riesgo, en lugar de fomentar el uso de vehículos que pueden resultar peligrosos en ciertas circunstancias.
A medida que la situación se desarrolla, se plantea la necesidad de una revisión exhaustiva de las políticas de seguridad laboral, así como una evaluación de la viabilidad de los patinetes eléctricos como medio de transporte para el reparto. La empresa y los representantes sindicales deberán buscar un diálogo constructivo que priorice el bienestar de los empleados y garantice un entorno de trabajo seguro.
Fuente: CCOO Andalucía.








