El ejército israelí ha incrementado la controversia en torno a su invasión de Gaza y el sur del Líbano, mediante la publicación de imágenes y reseñas en redes sociales y plataformas como Google Maps. Los soldados han sido vistos en selfies vistiendo prendas de mujeres desplazadas y en recintos dañados por la guerra, dejando ello como evidencia de la ocupación y el saqueo. Las reseñas negativas, a menudo burlonas, sobre lugares destruidos han acompañado estas publicaciones, mostrando una faceta de humillación hacia los afectados. Este comportamiento ha desencadenado duras críticas de ONGs palestinas, que ven en estos actos una deshumanización sistemática. Además, circulan grabaciones en las que ciudadanos denuncian cómo los invasores han usado sus propiedades de manera frívola. La notoriedad de estas imágenes ha llevado a que sean presentadas como potenciales pruebas en investigaciones de crímenes de guerra internacionales, cuestionando aún más la legalidad de las acciones israelíes. Mientras tanto, las ONG continúan denunciando una larga tradición de violencia colonial que, aseguran, domina la narrativa de la ocupación de territorios palestinos.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.