Alrededor de cien cargos y excargos de Vox, críticos con la dirección nacional, se reunieron en Madrid para exigir una refundación del partido, al que acusan de convertirse en un «chiringuito» bajo el liderazgo de Santiago Abascal. Estos disidentes, autodenominados «patriotas», denunciaron la falta de democracia interna y la opacidad en la financiación, expresando su descontento con la ruptura de coaliciones autonómicas con el PP y la salida del grupo europeo de Giorgia Meloni. El encuentro culminó con la aprobación de la «Declaración de Barajas», que pide un retorno a los principios fundacionales y más voz para los afiliados. Entre los participantes destacaron figuras como el exdiputado Rubén Manso y diputados de Baleares y Castilla y León. Aunque son conscientes de la dificultad de lograr cambios, los críticos consideran la reunión como el primer paso hacia su objetivo de reestructuración.
Leer noticia completa en 20minutos.