Investigadores chinos han desarrollado un sistema de detección del Parkinson a partir del olor del cerumen del oído, utilizando inteligencia artificial. Este método podría ofrecer una alternativa sencilla y económica en comparación con las pruebas actuales, que suelen ser costosas y subjetivas. El estudio señala que los compuestos orgánicos volátiles en la cera presentan alteraciones características en personas con Parkinson. El equipo analizó muestras de 209 personas, identificando cuatro compuestos volátiles como posibles biomarcadores. Mediante un sistema de inteligencia artificial entrenado con estos datos, se logró una precisión del 94% en la categorización de muestras. Aunque el estudio se realizó a pequeña escala en China, los investigadores planean ampliarlo para evaluar su eficacia en diferentes grupos étnicos y etapas de la enfermedad.
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