Chicago, históricamente significativa para el Partido Demócrata, se convierte nuevamente en epicentro político al recibir la Convención Nacional Demócrata (DNC). En esta ocasión, Kamala Harris es proclamada candidata presidencial tras la sorpresiva retirada de Joe Biden. La ciudad se prepara con un alto despliegue de seguridad para evitar incidentes como los de 1968, mientras los delegados buscan mostrar unidad y fortaleza frente a los desafíos electorales. Con figuras destacadas como Bill Clinton entre los oradores, la convención se orienta a consolidar el apoyo para Harris y su compañero de fórmula, Tim Walz, destacando el legado de Biden y la promesa de un nuevo liderazgo.
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