El Ministerio de Comercio de China ha tomado la decisión de incluir a la firma canadiense TechInsights en su Lista de Entidades No Confiables. Esta medida prohíbe a las empresas y ciudadanos chinos colaborar o intercambiar información con la compañía. La acción se produce tras la publicación de informes por parte de TechInsights que revelan el uso continuado de tecnología de fabricantes extranjeros como TSMC, pese a las sanciones impuestas por Estados Unidos.
TechInsights, conocida por su labor en ingeniería inversa y análisis de semiconductores, ha sido clave para descubrir cómo empresas chinas, como Huawei, esquivan restricciones tecnológicas internacionales. En 2023 y 2024, la firma desmanteló chips como el Ascend 910B y el Kirin 9000S, encontrando que Huawei aún dependía de tecnología de TSMC, Samsung y SK Hynix.
La inclusión en la lista china implica una prohibición total de cooperación económica y tecnológica con el país. Según una traducción de la resolución del Ministerio, TechInsights y sus filiales tienen prohibido realizar actividades que incluyan la transmisión de datos o información sensible en China. Esto impide a empresas chinas contratar sus servicios de análisis, limitando el acceso de TechInsights a productos para su estudio.
Este caso es especialmente relevante, ya que contrasta con otras empresas en la lista negra que suelen estar vinculadas al ámbito militar. Entre ellas están Elbit Systems of America y BAE Systems, además de empresas especializadas en sistemas antidrones. La inclusión de TechInsights se justifica por su papel en investigaciones internacionales que afectan a compañías chinas.
Huawei, señalada como un emblema nacional de la independencia tecnológica, ha estado en el centro de esta controversia. Aunque China ha promocionado su avance en la fabricación de chips, los descubrimientos de TechInsights contradicen la narrativa de autosuficiencia china al evidenciar la dependencia de tecnología extranjera.
Hasta el momento, TechInsights no ha respondido públicamente a la inclusión en la lista negra. Sin embargo, se anticipa que el impacto inmediato será limitado, dado que la empresa tiene sede fuera de China. No obstante, se espera un deterioro en el acceso a fuentes locales y proveedores, complicando futuros análisis.
Esta acción de Pekín envía un claro mensaje a las empresas extranjeras: investigar demasiado a fondo la tecnología china puede tener consecuencias. El movimiento busca proteger el avance de China en el ámbito de los semiconductores frente a la vigilancia externa, especialmente ante la posibilidad de que tales informes se utilicen para fortalecer sanciones desde Estados Unidos. Analistas advierten sobre el empeoramiento de las relaciones comerciales y científicas entre Canadá y China, en un clima de creciente desconfianza tecnológica.