Un equipo de investigación de la Universidad de Almería (UAL) ha descubierto alteraciones en la conectividad cerebral que predicen cómo las personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) se comportan ante cambios en su entorno. El estudio identifica mecanismos que explican síntomas como el miedo al error o la excesiva flexibilidad, útiles para adaptar terapias clínicas.
Este trabajo, cofinanciado por diversas instituciones, es innovador al analizar ambos trastornos de manera conjunta, utilizando modelos computacionales y neuroimagen para entender procesos subyacentes a los síntomas. Los participantes afectados por TOC y TDAH mostraron dificultad para detectar cambios en la tarea experimental, aunque por motivos distintos: el miedo al castigo en el TOC y la búsqueda de recompensa inmediata en el TDAH.
A nivel neurofisiológico, las personas sin TDAH ni TOC mostraron un mejor aprendizaje al tener una comunicación más equilibrada entre los hemisferios del córtex parietal. En experimentos informáticos, los participantes debían elegir entre dos cuadrados de color, donde el que otorgaba puntos cambiaba, revelando retrasos en la adaptación de los afectados por un menor rendimiento detectado.
Utilizando Espectroscopia Funcional de Infrarrojo Cercano (fnirs), también se evaluó la conexión cerebral en estado de reposo, observando cómo esta predice el comportamiento en tareas de flexibilidad cognitiva. En personas sin patologías, la conexión entre áreas parietales mejora la identificación y mantenimiento de elecciones correctas.
El estudio, publicado en «Comprehensive Psychiatry», sugiere que reducir la incertidumbre mejoraría la adaptación en entornos cambiantes para estos trastornos. Los investigadores planean ahora realizar pruebas de realidad virtual para observar cómo desarrollan tareas de planificación y toma de decisiones en situaciones simuladas.
Fuente: Junta de Andalucía.