Un reciente estudio de Gartner destaca que, a pesar de la contención en el gasto público, la inversión en tecnología, especialmente en inteligencia artificial (IA), sigue siendo una prioridad inamovible para los gobiernos. Según la encuesta CIO and Technology Executive Survey 2026, el 52% de los CIO de la administración pública fuera de Estados Unidos anticipa un aumento en su presupuesto de TI para 2026. Este impulso responde a la necesidad de modernizar servicios, incrementar la productividad y enfrentar tensiones geopolíticas cada vez más complejas.
Los gobiernos están alineando sus inversiones hacia áreas tecnológicas estratégicas. La ciberseguridad encabeza la lista con un impacto del 85% en los presupuestos, seguida de cerca por la inteligencia artificial tradicional y generativa, ambas con un 80%. Las plataformas en la nube también reciben atención significativa, con un 76% de los CIO planeando incrementar su uso. Estos datos reflejan un claro movimiento hacia el uso estratégico de la IA no solo como un complemento, sino como un pilar fundamental para la protección de infraestructuras críticas y la oferta de servicios digitales más eficientes.
El camino hacia la implementación de la IA ya es evidente. El 74% de los CIO del sector público han desplegado IA o planean hacerlo pronto, y un 78% enfoca esfuerzos en la IA generativa. Además, cerca de la mitad evalúa agentes de IA para automatizar tareas complejas, un factor transformativo clave hacia 2026. No obstante, Gartner advierte sobre el riesgo de sobrevalorar las tecnologías emergentes, recordando el valor sostenido de técnicas consolidadas como el machine learning y la automatización de procesos.
El entorno actual presenta desafíos significativos para los CIO, quienes operan bajo la presión fiscal, el escrutinio electoral y las expectativas ciudadanas. La misión no solo es reducir costos, sino también mejorar parámetros concretos de políticas públicas, como la eficiencia en trámites y la resiliencia frente a ciberataques. Éxitos en estas áreas demostrarán el impacto tangible de la inversión tecnológica.
Por otro lado, la geopolítica y la soberanía digital emergen como factores cruciales en las decisiones tecnológicas. Un 55% de los CIO menciona la necesidad de ajustar sus relaciones con proveedores tecnológicos por tensiones geopolíticas, y muchos planean fortalecer lazos con proveedores regionales para reducir dependencia de grandes jugadores globales. Este cambio se traduce en priorizar dónde se alojan los datos y cómo se gestionan, evitando el bloqueo por proveedor y potenciando infraestructuras multicloud.
Gartner recomienda que los CIO prioricen proyectos que mejoren la eficiencia interna desde el inicio, actualicen las directrices de contratación pública para servicios de IA, cuiden la experiencia del ciudadano con herramientas transparentes y robustas, inviertan en talento capacitado en IA y fortalezcan la gestión de datos. La estrategia no es solo adoptar tecnologías nuevas, sino integrarlas eficientemente para lograr un cambio genuino en el sector público.
En definitiva, mientras los presupuestos se reconfiguran, la importancia de la IA en la administración pública crece. Los CIO que traduzcan la experimentación en resultados verificables se situarán a la vanguardia de una transformación sustancial, reconociendo la IA como un catalizador esencial, más allá de una mera innovación tecnológica.








