El cirujano francés Jöel Scouarnec, juzgado por abusar de 299 menores durante 30 años, admitió que solo la prisión pudo detenerlo, describiendo su encarcelamiento como una liberación. En su última declaración ante el tribunal, el cirujano de 74 años mostró un tono monótono al reconocer su culpa y sugirió que debería recibir cadena perpetua. El caso, calificado como la mayor pederastia en Francia, reveló que Scouarnec anotaba meticulosamente sus abusos en un cuaderno, ayudando a identificar a las víctimas. A pesar de una condena previa por posesión de pornografía infantil, continuó en contacto con niños. La investigación se amplía en busca de más víctimas potenciales. Su juicio continúa con los alegatos finales antes del veredicto previsto para finales de mayo.
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