La Diputación de Málaga ha dado un paso significativo para mejorar la atención y los servicios sanitarios en los pueblos pequeños de la provincia mediante un nuevo convenio de colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga. Esta iniciativa, presentada por la vicepresidenta de Ciudadanía y Equilibrio Territorial, Antonia Ledesma, busca establecer un proyecto conjunto que fortalezca la atención a la ciudadanía en las localidades más vulnerables.
Ledesma destacó la relevancia social que desempeñan los boticarios y boticarias en estas comunidades, afirmando que son los profesionales más cercanos a los vecinos y, por lo tanto, los que mejor comprenden sus necesidades. La vicepresidenta enfatizó que no se pueden permitir la pérdida de servicios básicos en esos municipios, adoptando este acuerdo como un medio para combatir la despoblación.
La semana pasada, un equipo técnico de la Diputación, junto con representantes del Colegio Oficial de Farmacéuticos, sostuvo una reunión de trabajo en la que se abordaron los programas de atención social comunitaria que la Diputación ofrece. Estos programas abarcan iniciativas tan variadas como la atención a la soledad de las personas mayores, y la lucha contra la violencia de género, además de fomentar el empleo rural.
Los siguientes pasos incluyen la creación de un proyecto piloto que combine esfuerzos con las farmacias rurales, facilitando así que estas iniciativas lleguen a más ciudadanos en pequeños municipios. Esta colaboración no solo busca frenar la pérdida de habitantes, sino también garantizar la viabilidad de las farmacias rurales, vitales para el tejido social de estas áreas.
Las farmacias, en este marco, tienen el potencial de actuar como plataformas informativas sobre los servicios que la Diputación ofrece, y los farmacéuticos podrán identificar y derivar a Servicios Sociales a aquellos ciudadanos en situaciones de vulnerabilidad. Por lo tanto, el protocolo establecido contempla la creación de herramientas de colaboración entre las farmacias y los Servicios Sociales comunitarios, con el objetivo de proteger a los colectivos más desfavorecidos, como las personas mayores, sus cuidadores, las víctimas de violencia de género o los menores en riesgo.
Este acuerdo de colaboración se traducirá en acciones concretas que se basen en el conocimiento local de los farmacéuticos rurales, permitiendo así responder a las necesidades sanitarias y sociales de los pequeños municipios. Entre las acciones propuestas se encuentran el desarrollo de servicios farmacéuticos asistenciales, la promoción de hábitos saludables y la detección temprana de enfermedades como el Alzheimer.
Miguel Ángel Montero Villarejo, vocal provincial de Farmacia Rural, destacó la importancia de que las administraciones reconozcan las múltiples funciones que desempeñan las farmacias en estos contextos, advirtiendo sobre la necesidad de mantener su presencia en las comunidades rurales. Monserrat de Cuadra, vicesecretaria del Colegio de Farmacéuticos, subrayó que este tipo de protocolos contribuyen a potenciar los servicios de salud en la provincia.
Según el último Informe Estadísticas de Colegiados y Farmacias Comunitarias, a finales de 2023, la provincia de Málaga cuenta con más de 2.300 farmacéuticos, lo que implica una ratio de 128 colegiados por cada 100.000 habitantes. Este convenio no solo potenciará la labor de las farmacias en el ámbito social y sanitario, sino que también garantizará que los servicios básicos continúen disponibles en las comunidades más pequeñas, contribuyendo así a mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Fuente: Diputación de Málaga – Asuntos Sociales.