En un contexto de escalada de violencia en Gaza, la presencia de la unidad de élite israelí Golani en Marruecos para entrenar a fuerzas especiales ha generado un intenso debate en el país. Documentada por el ejército estadounidense, esta colaboración, oficialmente diseñada para compartir tácticas militares, es vista como una complicidad con los crímenes de guerra israelíes. Activistas y disidentes critican al gobierno marroquí, acusándolo de traicionar el apoyo histórico a Palestina por razones estratégicas. La percepción pública es desfavorable, reflejando un profundo descontento con las acciones del régimen, que busca equilibrar relaciones internacionales manteniendo vínculos discretos con Israel.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.