Las autoridades israelíes interceptaron una flotilla humanitaria en aguas internacionales el pasado 1 de octubre, llevando a sus miembros a la prisión de Ketziot y proporcionándoles un uniforme sencillo. Entre los detenidos estaban Ada Colau, exalcaldesa de Barcelona, y Jordi Coronas, regidor de la ciudad por Esquerra. Ambos denunciaron haber sufrido vejaciones y maltratos durante su detención y apuntaron que la intercepción fue un secuestro, violando el derecho a la libre navegación. Al regresar al aeropuerto de El Prat, Colau y Coronas relataron detalles del tratamiento recibido por parte de las fuerzas israelíes, incluyendo condiciones adversas y presiones para firmar documentos que no correspondían con la realidad. Subrayaron la importancia de que la movilización continúe y centrar la atención en la situación del pueblo palestino. Mientras tanto, otros activistas catalanes permanecen detenidos en Israel.
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