Un apagón masivo en la red eléctrica ha sumido al barrio de Arganzuela, en Madrid, en el caos. Las ambulancias están fuera de servicio, el tráfico es un desorden con semáforos inactivos, y las transacciones electrónicas son imposibles. Comercios pequeños y grandes enfrentan complicaciones: tiendas de alimentación operan solo con efectivo, mientras supermercados cierran o venden productos a puerta. Las tiendas de electrónica ven aumentada la demanda de radios y baterías portátiles. El transporte público, el sector salud y las gasolineras también padecen las consecuencias, con servicios parados y citas anuladas. Residentes frustrados buscan efectivo en cajeros inoperativos, mientras las entidades bancarias cierran por seguridad.
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