Cómo Dejar Reluciente tu Campana Extractora: Guía Esencial para Eliminar la Grasa Acumulada

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Juan Hernández

Limpiar la campana extractora de la cocina es una tarea esencial que muchas veces se pasa por alto, pero que juega un papel crucial en la seguridad y la salud del hogar. Este dispositivo, destinado a absorber grasas, olores y humo derivados de la cocina, puede convertirse en un potencial peligro si no se le da el mantenimiento adecuado, acumulando grasa que podría desencadenar incendios.

Para abordar esta labor, se requiere poco más que algunos productos básicos que suelen estar presentes en cualquier hogar: agua caliente, jabón desengrasante, vinagre blanco, esponjas suaves, un paño de microfibra y, en casos de grasa muy persistente, bicarbonato de sodio. Con estos materiales, la tarea, que parece engorrosa a primera vista, se simplifica notablemente.

El procedimiento de limpieza comienza por asegurar la desconexión de la campana de la corriente eléctrica, priorizando siempre la seguridad. Luego, se extraen los filtros. Si estos son de metal, pueden ser depositados en el lavavajillas o sumergidos en una solución de agua caliente con jabón desengrasante. En el caso de los filtros de carbón, es más común cambiarlos, dado que no admiten una limpieza efectiva.

La parte exterior de la campana se puede limpiar eficazmente con un desengrasante natural, como es el vinagre blanco mezclado con agua caliente. Esta solución se aplica con un paño de microfibra, procurando llegar a las áreas con mayor acumulación de grasa. Para aquellas manchas más rebeldes, una mezcla de bicarbonato de sodio y agua resulta ideal. Al dejarla actuar unos minutos antes de frotar, se optimiza la eliminación de residuos.

Con la limpieza completada, sólo queda secar bien las piezas, reinstalar el filtro y reconectar el aparato a la corriente eléctrica. Esta rutina, que se recomienda realizar cada uno o dos meses dependiendo del uso, no sólo garantiza un rendimiento óptimo de la campana extractora, sino que además contribuye a mantener un ambiente más saludable y seguro en la cocina.

La limpieza regular de la campana extractora es, por tanto, una práctica sencilla pero vital para prevenir riesgos y garantizar el buen funcionamiento del aparato. Así, más que una tarea tediosa, se convierte en un paso fundamental hacia un hogar más seguro y limpio.

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