Con la llegada de los días soleados, las barbacoas al aire libre se presentan como la excusa perfecta para disfrutar de momentos en familia o con amigos. La creación de una barbacoa de obra en el jardín se ha convertido en una tendencia popular, ya que estas estructuras no solo aumentan la funcionalidad de los espacios exteriores, sino que también añaden un toque estético al hogar.
El primer paso para construir una barbacoa de obra es la planificación adecuada. Elegir la ubicación correcta es esencial: debe ser un área bien ventilada, alejada de materiales inflamables y, si es posible, próxima a la cocina o a una toma de agua. Esta proximidad no solo facilita la preparación de alimentos, sino también la limpieza posterior al uso.
Definir el diseño es el siguiente reto. Las opciones son variadas, desde simples estructuras hasta complejas construcciones con múltiples aditamentos como repisas o hornos de leña. Este es el momento de dejar volar la creatividad, revisando recursos como revistas especializadas o tutoriales en línea para inspirarse y dar forma a una barbacoa que se ajuste a las necesidades y gustos personales.
Con el diseño decidido, es hora de reunir los materiales necesarios. Los ladrillos refractarios, el cemento, la arena, las varillas de hierro y una buena parrilla de acero inoxidable o hierro son los elementos fundamentales. Elegir materiales de alta resistencia al calor y a la intemperie asegurará que la barbacoa perdure con el tiempo.
La construcción comienza con la creación de una base sólida de hormigón, garantizando la estabilidad del proyecto. Una vez que la base esté lista y seca, se procede con el levantamiento de la estructura de ladrillos de acuerdo al diseño inicial, aplicando mortero para asegurar una buena unión entre las piezas.
Durante el proceso, incluir una chimenea con ladrillos o tubos de acero es altamente recomendable para una adecuada ventilación del humo, evitando su acumulación en el área de cocción. Después de completar la estructura, es vital permitir un tiempo de secado antes de ponerla a funcionar.
La personalización es la etapa final, donde la barbacoa puede decorarse con pintura resistente al calor o se le pueden añadir detalles como iluminación o espacios de almacenamiento para utensilios. Este toque final no solo embellece, sino que también puede mejorar la funcionalidad del espacio.
Esta actividad no solo es una oportunidad de involucrarse en un proyecto manual gratificante, sino que también proporciona un centro de reunión ideal para disfrutar de las tardes al aire libre con quien uno más quiera. Con planificación, los materiales adecuados y un poco de dedicación, se puede convertir cualquier jardín en un destino culinario y social.