El interés por lavar adecuadamente las fresas ha aumentado debido a advertencias sobre la contaminación en frutas importadas. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda lavarlas justo antes de consumirlas, sin quitar el rabito y utilizando agua potable. En casos de alertas alimentarias, se aconseja un método más riguroso con lejía para desinfectar. Las fresas son susceptibles a contaminantes como tierra, pesticidas y bacterias, por lo que una higiene adecuada es crucial. Existen también alternativas como mezclas de vinagre o bicarbonato para su limpieza. Para conservarlas correctamente, deben guardarse en el frigorífico sin amontonarlas. Al elegirlas, deben estar limpias, enteras y con la piel roja y brillante.
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