La prueba de gases de la ITV es crucial para verificar si un vehículo cumple con las normas europeas de emisiones, especialmente en grandes ciudades como Madrid y Barcelona. Durante la revisión, se conectan analizadores de gases al escape del coche (u OBD en modelos modernos) para evaluar las emisiones del motor a diversas revoluciones. En autos de gasolina, se mide el monóxido de carbono, hidrocarburos y la relación aire-combustible (lambda), mientras que en vehículos diésel se analiza la opacidad del humo, produciendo resultados sobre la limpieza de la combustión. Se recomienda hacer una revisión general del vehículo, asegurarse de que el motor esté a su temperatura óptima antes de llegar a la ITV, y mantener la documentación en regla para asegurar una inspección exitosa.
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